lunes, 7 de junio de 2010

Un clásico en el centro histórico: El Cardenal

Fundado en el año de 1969 por la Sra. Olivia Garizurieta y el Sr. Jesús Briz, justo en el edificio que albergó a la real y pontificia Universidad de América, y que después de algunos cambios de ubicación, El Cardenal el día de hoy se encuentra en el interior del hotel Hilton, enfrente de la alameda central. Este restaurante de gran arraigo que en el presente, después de muchos años claro está, se ha erguido como un real y verdadero estandarte de la tradicional y buena cocina mexicana.

No miento cuando les digo que tendrán que pasar varios minutos, en una larga espera en donde se limitarán a ver a través del cristal a las personas que paladean cada bocado dentro del establecimiento mientras son atendidos con la justa y perfecta cordialidad por parte del equipo de meseros.

Pretendan iniciar bien su día, si se encuentran cerca del centro histórico de la ciudad de México, y no chisten en la idea de empezar con un chocolate "Doña Oliva", pudiera beber más de 3 tazas diarias de ese chocolate cada día que me resta de vida a partir de este último sábado...

Espero que me entiendan cuando intento comparar los sabores que ofrece en cada platillo El Cardenal con los sabores que logra en sus guisos alguna esposa de algún capataz encargado de algún rancho en alguna parte de nuestro México. Los que conocen la experiencia, sabrán a lo que me refiero, podrían ser unos huevos rancheros con frijoles negros de la olla para el desayuno, con tortillas hechas al momento, o algún guiso con pancita de borrego, no sé, cualquier platillo que se cocine en la humilde cocina de un rancho lleva ese característico sabor perfumado con humo de leña....

Así en El Cardenal. En está ocasión, desayuno: Huevos revueltos a la cazuela, acompañados de frijoles negros de la olla. Presentados en una cazauela de barro, ahogados en una salsa tipo ranchera y con 2 generosos trozos de queso de aro, aquí voy a destacar que el queso lo producen en el lugar. Todo, simplemente delicioso. Podía cerrar los ojos e imaginar que estaba desayunando en algún rancho del sur del estado de Veracruz de no ser por el bullicio de las platicas de todas las personas que se encontraban ocupando todas las mesas del lugar.

Todo el pan que se ofrece en El Cardenal es hecho y horneado en la cocina del lugar, al igual que las tortillas. Sabor inigualable.

Mi más sincero reconocimiento para todos los que han hecho y siguen haciendo de El Cardenal, como dije al inicio de este artículo, un estandarte de la tradicional cocina mexicana.
(En la foto, huevos ahogados en frijoles de la olla)

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